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El jamón ibérico, un símbolo de la identidad gastronómica española.

El jamón ibérico, más que una delicia culinaria, es un testamento vivo de la rica historia y cultura española. Su popularidad se forja a lo largo de siglos, y en este post, nos sumergiremos en las profundidades de este tesoro gastronómico para descubrir las razones de su gran popularidad.

Primero, comenzaremos haciendo un análisis sensorial que va más allá del paladar. Profundizaremos en los matices de su sabor, el aroma que desprende y la textura que lo caracteriza.

Pero si por algo destaca el jamón ibérico, es por ser el protagonista estelar de cualquier evento social en el que se preste. Desde celebraciones familiares hasta grandes festividades locales, el jamón ibérico siempre consigue convertirse en el centro de todas las miradas. Es por ello, que nos detendremos a analizar su impacto en la cultura española.

Todo este recorrido para encontrar una respuesta al por qué el jamón ibérico no solo es considerado una mera elección gastronómica, sino que va más a allá ganándose el título de “símbolo español”.

El Jamón ibérico como Patrimonio Cultural.

El jamón ibérico ha conseguido mantener su importancia en auge al ser un producto tan valorado por la sociedad española y por el resto de la sociedad, considerándolo, un producto exitoso desde el punto de vista económico, cultural, social y por supuesto, gastronómico.

La principal causa de que su origen sea en España no es otra que, las condiciones climáticas y geográficas idílicas para su criado. Al tratarse de un producto único, proviene de una especie de cerdo especifica.

Y en Puente Robles tenemos claro que, si queremos conseguir un producto final de calidad, la clave reside en la materia prima. Es por ello, que nuestro jamón de bellota ibérico 100% de raza ibérica, lo elaboramos a partir de cerdos ibéricos autóctonos de Salamanca, concretamente criados en libertad en nuestra propia Dehesa Salmantina y en la zona de los Arribes del Duero.

En la actualidad, observamos un creciente interés mundial en la producción y comercialización del exquisito jamón ibérico.

A pesar de su origen exclusivo en España, la influencia del Jamón Ibérico 100% de Raza Ibérica trasciende fronteras. Su irresistible sabor y textura exquisita han conquistado los paladares no solo a nivel nacional, sino también en los rincones más lejanos del planeta. Este manjar de calidad excepcional se ha convertido en un embajador culinario que representa la excelencia gastronómica española.

En cada loncha, se despliegan siglos de tradición y dedicación, creando una experiencia sensorial única que trasciende barreras culturales y geográficas.

Jamón ibérico: análisis de su sabor, aroma y textura.

Para asegurar la autenticidad de un jamón 100% ibérico, debemos ir más allá del etiquetado y analizar sus propiedades organolépticas.

Sabor: la pura esencia de la Península Ibérica.

El sabor del Jamón Ibérico se distingue por una sinergia de sabores que equilibran la esencia de la tierra y la tradición en cada bocado. Ese sabor tan característico y especial que presenta el jamón 100% ibérico se debe en gran parte a la influencia de la dieta del cerdo, consiguiendo una armonía de sabores en los que se pueden apreciar toques dulces, terrosas y ligeramente ahumados, para los paladares más exigentes. Sin olvidarnos de las grasas saludables, ricas en ácidos oleicos, contribuyen a la suavidad y untuosidad que son la firma de un auténtico jamón ibérico.

El placer culinario alcanza su apogeo cuando cada loncha se deshace suavemente en la boca, liberando cada matiz gradualmente para conseguir así el equilibrio perfecto.

Este análisis a través de la pura esencia de este manjar, nos da una explicación de por qué el jamón ibérico es considerado una joya culinaria apreciada en todo el mundo. Desde el instante en que se acerca la nariz a una loncha fina, inhalando las fragancias terrosas y el aire fresco que caracterizan la península ibérica, hasta la delicada y jugosa textura que inunda el paladar con cada bocado.

Sin embargo, el secreto mejor guardado de los jamones ibéricos Puente Robles es el cariño y la pasión que infundimos en cada etapa del proceso para conseguir sumergir a nuestros clientes en toda una experiencia culinaria.

 Aroma: la clave de la excelencia

Como primer encuentro, el aroma, un testimonio inequívoco de la excelencia del producto. Su largo proceso de maduración en un ambiente con las condiciones adecuadas, permite que los aromas se impregnen en cada loncha de una manera única.

Este exquisito aroma no solo habla de la calidad, sino también de la dedicación y el esmero que caracterizan su proceso de maduración, llevado a cabo en un entorno meticulosamente diseñado para capturar y potenciar los matices más finos. Un ejemplo de ello, la pautada alimentación de los cerdos ibéricos a base de bellotas y hierbas.

Esta atención meticulosa a la alimentación, especialmente durante la montanera, se traduce directamente en el carácter distintivo del Jamón Ibérico 100% de Raza Ibérica de Puente Robles. Consiguiendo hacer de cada bocado, una experiencia absoluta que transporte a los comensales a la riqueza de la tradición y la pasión que dedicamos a cada proceso de elaboración.

En Puente Robles, sabemos la importancia de cada fase, es por ello, que nos centramos en la crianza de nuestros cerdos para obtener una carne de calidad, con matices que evocan los bosques de encinas y alcornoques. Para ello, les pautamos una alimentación exclusivamente a base de bellotas durante los meses de octubre a febrero, fase de montanera.

Textura: equilibrio perfecto entre la suavidad y firmeza.

Al introducir una fina loncha de jamón ibérico en la boca, queremos conseguir que se pueda apreciar una sinfonía de suavidad, jugosidad y firmeza en partes iguales, como una prueba irrefutable de todo el trabajo que hay detrás. Un largo proceso de 36 meses, en los que se llevan a cabo todas las fases del proceso, la crianza, salación, secado y maduración, con el objetivo de que todo esto se refleje en el resultado final.

En Puente Robles, entendemos que el verdadero secreto de nuestro producto radica en la atención cuidadosa que dedicamos a la etapa inicial de crianza. Este primer acto, crucial en todo el proceso, actúa como el director que determina el tono y la calidad del resultado final. Durante los primeros meses de vida del cerdo ibérico, su dieta se compone principalmente de leche materna y cereales, sentando las bases para la exquisitez que se desarrollará en las etapas posteriores.

La segunda fase, marcada por la majestuosidad de la montanera, es un capítulo fundamental en la historia de nuestros jamones. Los cerdos ibéricos comienzan esta fase con una media de 90 kg y la terminan rondando los 180 kg aproximadamente, llevando una alimentación exclusiva a base de bellotas.

Es durante estos meses cuando el cerdo, inmerso en la riqueza de la Dehesa, se embarca en largas travesías diarias para obtener su alimento. Este ejercicio no solo contribuye a la fortaleza de sus músculos, sino que también da forma al perfil de sabor único de nuestro jamón, creando una combinación magistral que refleja la dedicación a la calidad y la excelencia que nos define en Puente Robles.

Importancia cultural y social del jamón ibérico.

Para sumergirnos en la fascinante cultura del jamón ibérico, es imprescindible retroceder en el tiempo, específicamente a la era de los celtas. En aquellos días, el cerdo no solo era considerado un componente esencial de la dieta, sino que alcanzaba tal estatus que se consideraba un objeto sagrado. Prueba de esta devoción son las numerosas esculturas de cerdos, algunas aun intactas, bajo las cuales descansaban las personas más idolatradas de la época.

Esta breve introducción histórica nos proporciona una visión única sobre por qué el jamón ibérico va más allá de ser un manjar; es un auténtico icono de la cultura y sociedad españolas. Un producto con características tan excepcionales no puede faltar en celebraciones, reuniones familiares y eventos sociales.

Funciona como un catalizador social, creando conexiones entre las personas en cualquier evento y rompiendo el temido silencio incómodo.

Antes solo se contaba con una degustación de jamón ibérico de calidad en momentos muy señalados, sin embargo, a día de hoy es común encontrar numerosos platos repartidos a lo largo de las mesas de reuniones familiares, eventos empresariales, bodas o incluso en bufets de servicios hoteleros.

También, es elegido como un regalo muy original que más allá de ofrecer un alimento exquisito, es considerado como una experiencia única y un gesto de aprecio inolvidable. Así que, si no sabes que regalar, desde Puente Robles te ofrecemos una sugerencia que va más allá de lo convencional.

Y hablando de regalos, utilizar el jamón ibérico como gesto de cariño, obsequio en una fecha señalada o como detalle para añadir a la mesa de tu anfitrión, no es una novedad sino, una tradición con un gran significado detrás. Es un emblema de la gastronomía española, que recuerda y exhibe las raíces más profundas de la gastronomía del país con gran orgullo. Con ello entendemos que, si tienes la suerte de recibir o de dar una muestra de jamón ibérico como obsequio, no solo compartirás un producto excepcional, sino también una conexión con la rica herencia gastronómica de España.

Por qué el jamón ibérico y no otros jamones.

Cuando exploramos el análisis de consumo de jamón en España, nos encontramos con cifras impresionantes que reflejan su arraigada popularidad. Sin embargo, es esencial destacar que este consumo no se limita exclusivamente al jamón ibérico, sino que abarca una variedad de opciones, incluyendo el jamón serrano.

Curiosamente, el jamón ibérico no tiene unas cifras de consumo muy elevadas si lo comparamos con el jamón serrano, preferido para el consumo diario. La razón de esta elección se encuentra en el hecho de que, a pesar de su menor calidad, el jamón serrano presenta un precio más accesible.

A pesar de su posición secundaria en términos de volumen de consumo, el jamón ibérico destaca como un auténtico emblema español. Su asociación con una raza autóctona de la península ibérica lo eleva a un estatus especial. Este manjar proviene de cerdos ibéricos, cuidadosamente criados en las pintorescas regiones españolas de Extremadura, Andalucía, Salamanca o Huelva.

En Puente Robles ofrecemos una amplia variedad de jamones ibéricos con diferentes precios para que nuestros clientes puedan incluir esta delicia en su día a día sin tener que esperar a un momento especial. Las diferentes opciones de precio varían según el porcentaje de raza ibérica del producto, pero sin escatimar en la calidad de la materia prima ni en su elaboración. Además, también elaboramos paletas ibéricas con las características únicas que le ofrece su curación con aire puro y sombra de los Arribes del Duero.

Te recomendamos que dejes atrás el popular prejuicio de que el jamón ibérico solo se puede disfrutar en determinados momentos y entres en nuestra tienda online para tener este manjar culinario en tu casa y disfrutarlo en cualquier momento.

El jamón ibérico, un símbolo de la identidad gastronómica española.El jamón ibérico, un símbolo de la identidad gastronómica española.El jamón ibérico, un símbolo de la identidad gastronómica española.
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